viernes, 3 de enero de 2014

LA HUERTA DE HIERRO Y LAS AGUAS DEL CABILDO

Plano aéreo de la Huerta del Hierro

La Huerta del Hierro era una de las conocidas de nuestra ciudad en la zona de la sierra. Fue un lugar del clásico Perol, sobre todo para el ramo de la platería muy dado a realizarlos. Los lunes era el día por excelencia. Posiblemente su riqueza en agua la hacía candidata a ello. 

Entrada de la Huerta donde estaba la cancela

En aquella época no existía el problema urbanístico, aunque ya se estaba poblando la sierra de construcciones ilegales, Saldaña, el Duende, el Mayoral, Sansueña, etc. etc., sí, ilegales, porque aunque ahora nos parezca ahora una barriada residencial, han sido ilegales sus construcciones hasta hace pocos años.

Edificio de la finca, o lo que queda de él

Siempre la especulación ha sido el motor de las ilegalidades urbanísticas. Los propietarios de las huertas, habían abandonado la ancestral producción de las mismas, considerando los terrenos más rentables con la segregación, evidentemente con la complicidad del parcelista, que también trataba de hacer su agosto construyendo en terreno rústico, mucho más barato. 

Alcubilla principal

El problema de la ilegalidad en la construcción no lo ha sido solamente en los terrenos de la vega, también en esta zona -en este caso poco proletaria-, ha venido ocurriendo hasta hace pocos años. De la Huerta del Hierro no me puedo olvidar, porque en ella tuve que demostrar a edad temprana, durante uno de los mencionados peroles gremiales, que no era uno un cobarde. 

Interior alcubilla principal

Nos plantearon a los chavales coger una serpiente viva, un pobre animal que ante la invasión de su territorio había huido, con tan mala fortuna de quedar parte de ella fuera de agujero donde se escondió. Tuve que hacer de tripas corazón para ir tirando de ella poco a poco, hasta sacarla fuera de su escondite. Todo ello en presencia del experto que decía que no pasaba nada porque aunque te mordiera no era venenosa.

Lumbrera número uno

Por si acaso yo me puse unos guantes, no obstante aquello me costó lo suyo hasta tener al asustado animal cogido por la cola, con mi brazo totalmente extendido para que con sus contorsiones no me llegaran al cuerpo. Casi llegaba al suelo, por lo que su longitud debía de ser superior al metro y algo. 

Lumbrera número dos

Una vez cumplido el ritual de "valentía", el "experto" que siempre existe, el "Paco de la jungla" de aquel tiempo, hizo la gracia completa y sacudió al animal como si fuera un látigo y lo dejo listo, totalmente inmóvil, para rematar la faena de "serpienticidio" con unas piedras.

Interior lumbrera número dos

Hace unos meses, tuve la oportunidad de ir al lugar de nuevo a hacer unas fotos con unos amigos, cuestión que me trajo a la memoria lo comentado. Días después solo, visité la Huerta con más tranquilidad fotográfica deteniéndome en las diferentes alcubillas que tiene. Una de ellas, la de más al sur, la de salida, vertía al arroyo una cantidad de agua considerable que salía por debajo de su puerta. 

Lumbrera número tres

Bien es verdad que las zarzas impedían el acercamiento a la misma, y que la temporada de lluvias había sido buena. Pero me llamó la atención que tanto la principal como cualquiera de las lumbreras estaban secas, por lo que, salvo del venero de la alberca de la casa el agua de esta última tendría que venir de otro lugar.

Interior lumbrera número tres con los mechinales

Luego el interés por conocer lo que allí existe, te lleva a investigar por un lado y otro hasta hacerte una idea, siempre somera de lo que contiene, porque uno -no me cansare nuca de repetirlo- no es experto en casi nada, y cada vez menos. Descubres entonces que, la fuente principal viene de la Huerta de Santa María, que las aguas son las llamadas del Cabildo, y que desde allí, encañadas se encaminaban en dirección a la ciudad. Que los nombres de las fincas no daban lugar a dudas: Olivar del Sr. Deán, Huerta del Rector, etc.

Lumbrera número cuatro

La gran alberca de la Huerta de Santa María (en mi primera visita a la Huerta no la encontré, aunque he visto una fotografía de uno de sus muros). Toda la zona en el mapa catastral ya está desdibujada en pequeñas parcelas. La vuelta atrás es imposible y si por el problema del ladrillo no se continúa adelante se quedará el erial por mucho tiempo.

Interior lumbrera número cuatro

Los restos de la atajea pasaban por la lindante Huerta del Carmen (aún existen algunos hasta que las máquinas los hagan desaparecer), igualmente segregada. Luego el Cerrillo y bajaban lindando al Poderoso camino de la Huerta de Hierro, por el Camino del Pretorio, habiendo dejando antes, a un lado, el cauce abierto del Arroyo del Moro. Se ha cumplido plenamente, el vaticinio del artículo del desaparecido también, psiquiatra Castilla del Pino. 

Alcubilla de salida junto al arroyo San Cristóbal

Te acuerdas cuando has visto hace muchos años por el Camino del Pretorio, del Cerrillo a la Huerta de Hierro, conducciones casi talladas en la roca, y las asocias ahora que sabes de dónde se supone venían, e iban. Aunque también ya no las ves, un gran colector, una enorme cantera, y mucha piedra, forman parte del otro plan parcial de la Gerencia de Urbanismo -el llamado del Pretorio-, sin contar la encinas y olivos centenarios desaparecidos. 

Entrada a la Huerta de Santa María

No fue sólo el pirata de Malasia, el que atentó contra la ecología. Y menos mal que estalló la burbuja. Lamentablemente casi todos los lugares perdidos, desaparecidos irremediablemente por una u otra causa, la principal el urbanismo agresor que no cuida estas cuestiones.  

Plano dibujo de 1752 de la captación y conducción de las Aguas del cabildo

La alcubilla principal de la Huerta del Hierro es verdaderamente una obra de ingeniería, las otras son pequeñas lumbreras, y casi todas sin agua y sin embargo la de la salida de la Huerta, al lado del arroyo tiene un enorme caudal, se lo que se puede deducir que no pasa el agua por las anteriores. 

Fotografía aérea para comprender el plano anterior, con delimitación de las fincas

En un documento antiguo se puede leer que a este sistema se le añade "otra porsion de agua no inferior a la principal". La alberca que existe aún al lado de la casa matriz, siempre tiene agua, por lo que se pudiera pensar que fuera de allí la incorporación. Gracias al plano dibujo, podemos precisar el recorrido esquemático que hacían las aguas. 

Conducción de la atajea en el camino a la Huerta de Santa María

Las distintas lumbreras  -casi ninguna es de igual tamaño-, están cubiertas por unas cúpulas semiesféricas, de una profundidad, algunas, superiores a los dos metros, cuadradas, con los mechinales característicos para poder bajar a ellas, para su mantenimiento, introduciendo los correspondientes maderos. En el plano dibujo del siglo XVIII (1752), sólo figuran las dos más importantes, ni siquiera está la alberca. 

Conducción de la atajea en el camino a la Huerta de Santa María

Luego, si sigues leyendo de aquí y de allí, parece que se incorporan las aguas de otros lugares, como las de Santa Clara, en un lugar que se llaman "las minas", aunque no está del todo claro, o la absorción de otra conducción que pasaba por debajo, a una cota más baja, un posible ramal de las Aguas de la Huerta de la Reina, pero la respuesta a estas cuestiones corresponden a los expertos. 

Lo que queda del camino del Pretorio

Estas conducciones estuvieron surtiendo de agua durante mucho tiempo a la ciudad, y produciendo a su propietarios pingües beneficios, y como curiosidad parece que sólo había una fuente pública de ellas, la de la Puerta de Gallegos. De todas formas parece que la Huerta de Hierro es aún una especie de oasis, dentro de la vorágine ladrillera de sus lugares cercanos. Lo que no sabemos es cuánto tiempo esto seguirá así. No hay sensibilidad de los dirigentes por estas cuestiones, y no es cuestión de colores o ideología la carencia de esa virtud.

La cantera citada

El camino del Pretorio




Algunos comentarios que merecen la pena estar en el texto principal.

La Colina dice:

Permíteme Paco aportar algunos datos a tu escrito para aclarar las dudas que presentas. 

Las fuentes que alimentaban estas aguas eran en 1.882, once. Las de la Plazuela San Miguel, de Capuchinos, de la Victoria, Tendillas, Aladreros, Pineda, Abades, Abrevadero de la Victoria, calle Gran Capitán, Calle del Cister y Santa Marina.

las aguas de Santa Clara tan solo por unos días se unieron a las del Cabildo, en un arreglo que se hizo en la cañería. Bueno no se llamaban ya Aguas del Cabildo sino de Partícipes. 

Las aguas de la Mina, era más exactamente de la Sima, que se unían a las de Santa Clara. El termino de Santa Clara tampoco se puede utilizar en toda su extensión pues se mezclaron con otras aguas y fueron llamadas en el siglo XiX y XX de Torrecilla-Antas.

Las aguas de la Huerta de la Reina no se juntaron nunca con las del Cabildo. Existió un pleito que se llevó a los tribunales pues los partícipes de estos últimos exigían su derecho de paso pero la ley de entonces decía que si pasaban 20 años se hacer uso de su derecho lo perdían. El famoso pleito se dirimió en 1901 a favor de los dueños de las aguas de la Huerta de la Reina siendo su portavoz don Rafael Caello de Portugal.

Respecto a los nacimientos. Los manantiales eran cuatro, dos en cada huerta. Ambos el bajo y el alto. El que mencionas de la alberca de la huerta del Hiero es el alto de esta huerta.

Respecto de los beneficios, habría que matizar mucho. Depende de la época pues estamos hablando de 385 años de aguas. Respecto los 252 primeros años se podría decir que solo los 12 primeros años fueron muy rentables, digamos de 1.604 a 1.616. Respecto a la segunda tanda de 153 años, la venta de los derechos de consumo del agua a las fuentes del Ayuntamiento aportaban unas 211 pesetas a repartir entre todos los partícipes en 1.882. Algo es algo. Si hablamos de la última etapa primavera de 1.989 aún se repartieron algunos dineros tras la liquidación de la Sociedad.

Paco dice:

Querido y admirado amigo Pacho. Muchas gracias por la aportación con la que amplías detalladamente, la fuente donde he bebido (como estamos hablando de agua) mis datos. 

En un lugar de la entrada específico: "que la respuesta a estas cuestiones corresponden a los expertos" y que el interés por las cosas me lleva a hacerme una idea "siempre somera de lo que contiene, porque uno (no me cansaré nunca de repetirlo), no es experto en casi nada y cada vez menos"

En realidad lo que comento son vivencias y doy pinceladas (no me atrevo a más) del tema del agua que está asociado al lugar. Podría haber hecho una entrada científica (bueno en realidad no hubiera podido hacerlo por mi desconocimiento) utilizando los datos y toda la interesante información que poseo, o haber ampliado ésta preguntándote a ti, en la seguridad que me la hubieras facilitado sin ningún problema. Pero reitero la intención es, hablar del lugar, de las vivencias, la denuncia al daño causado al entorno del mismo y lo que tiene asociado en este caso de la historia del agua de la ciudad, nunca pretender hacer una tesis.

Unas aclaraciones. Respecto a la incorporación de agua de otro sitio, y la pérdida de caudal, el texto consultado por mí dice literalmente:

"Más adelante, en un lugar llamado “las minas” se cruzaban con “las bovedillas que recogen el agua de las religiosas de Santa Clara, la que por ir más profunda tira del agua de la atajea, haziendola trasminarse”. El Plano Catastral de 1949 indica la existencia de una “conducción subterránea” que bien pudieran corresponderse con dichas “minas”, un punto donde las Aguas del Cabildo perdían parte de su caudal por filtración en favor de la conducción que circulaba a una cota más baja. Por otra parte J. Castaño ya apuntó que las Aguas del Cabildo se cruzaban con un canal de piedra a la altura de la c/ Platero Martínez, y no podemos descartar que éste fuera el cruce al que se refieren los documentos (Podría tratarse también de uno de los ramales de las Aguas de la Huerta de la Reina, pues según decíamos anteriormente, las Aguas de Santa Clara en este punto ya circulaban en el interior de atanores). Ahora bien, en ese punto las Aguas del Cabildo no eran ya aquella galería abovedada que vimos en la Huerta del Hierro, cuya longitud total desconocemos: de nuevo se convertían en un canal reducido cubierto con sillares de calcarenitas y no más de 60 cm de ancho (CASTAÑO, 1978: 122-123)"

Y en cuanto al beneficio y el uso público dice:

"No hay duda, pues, que la finalidad del proyecto hidráulico era abordar el abastecimiento de Córdoba de forma integral, ahora bien, con vistas a obtener un beneficio económico que suponemos sustancioso. El Cabildo nombró tres diputados para vender el caudal que se había llevado a la ciudad “personas que entiendan en la venta y administración de la dicha agua, especialmente para que en nuestro nombre y en el de dicho Cabildo pueda vender y venda a la dicha persona o personas particulares, Conventos, y Monasterios, y a las demás personas que les pareciere, y por bien tuviere…”. La mayor parte de la población sólo pudo disfrutar las aguas del Cabildo en la única fuente pública a la que suministraba, la de la Puerta Gallegos, que se hizo “por razón de rompimiento de caminos y muralla”, es decir, en compensación de los desperfectos que se habían causado durante la obra (Posteriormente la fuente se trasladó a la Plaza de S. Nicolás (LÓPEZ AMO, 1997: 56)" 

Además aporta un detallado plano de la ciudad y señala en él que, las arcas eran: "dos en la Huerta del Hierro, una en la de la Reina, otra, en la Merced, Puerta Osario, Trascastillo y Puerta del Rincón." Y las fuentes cita las de: "Puerta de Gallegos, y las plazas de Aladreros, San Miguel, Tendillas, Cardenal Salazar, Dueñas, Capuchinas, San Roque, y Sta. Victoria." Más o menos las que tú dices en tu aclaración, teniendo en cuenta que en estos casos como se habla a lo largo de un gran periodo de tiempo, no se puede precisar cuales había o dejaba de haber en cada momento. 
Al final especifico que la bibliografía consultada, y lo entrecomillado está entresacado del capítulo 8.3.4.1 de la Tesis Doctoral Sobre el abastecimiento de agua a Córdoba, de la Dra. Guadalupe Pizarro, que dirigieron los Doctores, Desiderio Vaquerizo Gil y José Roldán Cañas. 

Nuevamente muchas gracias por tu aportación que, a mí particularmente me sirve extraordinariamente y me enriquece mucho más.

La Colina dijo...
Gracias Paco. 

Mi querido López Amo y lo digo así porque lo he tratado tanto que parece de mi familia aunque naciera en 1827, recopiló la documentación que encontró a mano y como pudo la ordenó. Si analizas en profundidad la publicación del Archivo Municipal de 1997 sobre esta recopilación de 1876 verás que López Amo carecía de conocimientos sobre esta materia e hizo lo que pudo porque así se lo mandaron ante la mala situación del abastecimiento de agua en la ciudad y las quejas de los partícipes y particulares al Ayuntamiento. Él se limitó a recopilar la documentación de Francisco Bonilla de 1720 careciendo esta persona de la documentación de las Actas Capitulares del Cabildo Eclesiástico del siglo anterior sobre las Aguas del Cabildo. O sea que lo que escribe en determinados puntos carece de exactitud porque no se molestó en documentarse. Hay que decir en verdad que él era solo un fontanero e hizo también lo que pudo siendo su familia de muy mala ralea (prefiero guardarme los trapos sucios de esta gente que casi no se merecen que los nombre).

Respecto al señor Castaño, es un auténtico quebradero de cabeza hasta que te das cuenta que carecía de capacidad espacial o sea que era nula, no tenía. Si estudias detalladamente su dibujo te darás cuenta que no tiene sentido. El agua nunca puede ir para arriba sino para abajo por eso de la gravedad que tanto se nota cuando cumplimos años. Por otro lado y lo que es peor, confunde Aguas de Fábrica Catedral con Aguas del Cabildo, error de base para cualquiera que estudie este tema en serio. Ante mis dudas sobre la exactitud de sus escritos consulté al Deán de la Catedral y me dio la razón. También tengo que decir en favor de este señor que el tema es tan complejo que yo después de tanto tiempo dando vueltas a determinadas conducciones, tengo que tirar la toalla pues excede mi capacidad de comprensión.

Respecto a la fuente de Puerta Gallegos, Felipe III dio la licencia en 1603 pero a cambio el Cabildo Eclesiástico tenía que dar una paja de agua. Pero de ahí a cuando López Amo escribe el informe en 1876 ya se alimentaban varias fuentes. Él debe saber perfectamente que su hermano como secretario del Ayuntamiento está pagando por el agua de las 11 fuentes a los Partícipes en esos años. En aquella época era un problema de primer orden la falta de abastecimiento y la restricción del horario de abastecimiento por los distritos de la ciudad. Él mismo para lavarse tendría en cuenta estos horarios variables y limitados hasta 1.898 respecto a estas aguas de estas huertas que también describes tú.

Respecto al fin último del beneficio económico en la traída de estas aguas, tengo mis dudas. Si miramos con lupa el momento de la primavera de 1603 cuando el Cabildo Eclesiástico se reúne en asamblea capitular, se acababa de pasar de la peste de 1.602 que tantos muertos dejó en la ciudad. En aquellos años de las 20 publicaciones médicas sobre higiene que se escribieron en España, 5 provenían de la provincia de Córdoba y en todas ellas si las lees se pone el acento en que el agua puede ser el medio más adecuado para evitar las enfermedades contagiosas. Por otro lado, la política de negocios de compra-venta de tierras e inmuebles, le había llevado al Cabildo por aquellos años a poseer un 49% de los inmuebles de la ciudad estando necesitados de agua habiendo sido el siglo XVI muy provechosos económicamente para el reino y la iglesia. Recuerdo que las Casas del Estatuto por decisión Capitular serían abastecidas con las aguas de los veneros por su carencia manifiesta. Su número podría rondar por encima de los 200 inmuebles. También las Casas del no Estatuto carecían de agua.

Respecto a las Arcas, inicialmente en la primavera verano de 1604 no se hicieron. Puede que en las reformas de 1.679 o de 1.704. Las dos que mencionas son de 1.752 tras la reforma tan importante que se hizo. Yo diría que las que tu fotografías la mayoría, las pequeñas son del siglo XIX ante la falta de agua y seca de los manantiales.

La Colina dijo...

Respecto a la mezcla de las aguas. Aquí hay un problema importante, la calidad de las mismas. El agua del Cabildo no tiene la misma calidad que las de Santa Clara y por tanto su valor en venta es muy diferente. Si tú pagas 400 ducados por una paja, no te gusta que la mezclen con otra de peor calidad que ya a su vez viene mezclada con otras aguas. Para que me entiendas si pagas por una copa de Ribera del Duero, no permitirías que te mezclaran el vino con uno de tetrabrik.

Con respecto al plano de 1.949, esas galerías perfectamente pueden ser del siglo XIX o del Duende. Las filtraciones y pérdidas se dieron de manera grosera a partir de 1.836 tras la desamortización de Mendizábal y era el año 1.876 cuando aún estaban ahí. Digamos que si se dieron esas filtraciones fueron por dejadez o por falta de recursos de la Hacienda Pública tras largos años de guerras en el siglo XIX y una Deuda Pública creciente.

Perdona Paco por enrollarme tanto pero no he encontrado la forma de escribirlo de forma más breve y son muchos puntos por aclarar. Y si reconozco que tu escrito es una delicia que describe una época pasada vivida por tu generación y que ahora está siendo machacada.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Lo digo en serio. Este trabajo es más una tesis doctoral que un artículo de un blog. Yo no llego a tanto, pero os voy a contar lo que sé de las aguas de mi barrio (La Huerta de la Reina) Las aguas subterráneas de este barrio, fueron declaradas no aptas para el consumo humano en la década de los 20 del siglo pasado. Esto fue a causa de los pozos negros que construyeron por falta de alcantarillado. El pozo de agua de la casa de mis abuelos fue sellado después de llenarlo de cal. 

He conocido una alcubilla en una casa que había en la acera Tomas de San Martín (ahora, avenida Tenor Pedro la Virgen) esquina con la calle Polifemo (ahora, Joaquín Sama) Esta alcubilla, seguramente era la que tenía una lumbrera en la estación de Renfe, a la llamábamos la fuerte del muerto, porque la losa que lo tapaba parecía una lapida. Esta fuente del muerto, en la década de los 60 era muy frecuentada por los vecinos del barrio para coger agua, y de paso fiebres tifoideas. Los viejos del lugar decían que esta alcubilla era que en su día suministró a la fábrica del Águila. 

Paco, me ha gustado mucho el plano aéreo donde señalas las lumbreras. Su recorrido en zigzag era el utilizado por los romanos para mantener el desnivel de un metro por kilometro. Si no es obra de ellos, los copiaron muy bien. 
Para construir un túnel de estas características, hacían lo siguiente: Cavaban varios agujeros hasta la profundidad deseada e iniciaban la excavación de la galería por ambos lados para mayor rapidez. Estos agujeros se mantenían una vez finalizada la obra para asegurar la aireación cuando se realizaban las tareas de mantenimiento. Bueno, como siempre me he enrollado un montón. Un abrazo

La Colina dijo...

Esas eran las aguas del Alcazar.

Laurentino dijo...

Queridos Paco y La Colina, ¡menuda manera de comenzar el año!

Por terciar un poco en lo de la mezcla de aguas a la salida de la Huerta del Hierro, entre las Aguas del Cabildo y las de Santa Clara, estoy algo más con Paco. Mi hipótesis es que en esa conducción que citas de la tesis de Guadalupe y el plano catastral de 1949, es muy posible que se transminara agua desde la conducción de las Aguas de Cabildo (que estaba a mayor cota) hacia la de Santa Clara (ese fragmento de texto, por otra parte, proviene del mismo legajo del Archivo del Cabildo donde está el maravilloso grabado-mapa de las Aguas del Cabildo de tu entrada, que viene acompañado de una descripción). 

Es más, creo que es la misma conducción subterránea que fotografié con mi amigo Ángel Martos y que estaba (hablo de 2004), cruzando una calle, sólo unos pocos metros más al sur de la última alcubilla del Cabildo, la que desagua actualmente al arroyo de las Piedras. Voy a ver si te la puedo pasar la foto por correo, Paco (y el plano de catastro de 1949) porque creo recordar que Ángel me dijo que aquello ya está destrozado por chalets.

Dicho esto, con toda humildad, opino que en la descripción de las agua de Santa Clara (y también en las de la Huerta de la Reina), la tesis “peca” de mostrar una imagen más o menos fija, basada sólo en lo que había en el XIX citado por López Amo, cuando las conducciones eran ya sólo pequeñas atarjeas o uniones de atanores. Aquello es mucho más complejo, y aquí, sin ninguna duda, la Colina es la máxima autoridad (completamente de acuerdo, por otra parte, en su comentario sobre el estudio de Castaño). Posiblemente Santa Clara tenga origen romano, lo que puede explicar que su conducción originaria fuera embovedada y a menor cota. Evidentemente, la conducción que había en el XIX era ya otra cosa, y dio origen, como bien apunta, La Colina al complejo Torrecilla (Antas) –Santa Clara – La Sima, base del primitivo servicio municipal de aguas. 

El abandono, la desidia y esas cosas tan típicas por aquí, podrían haber motivado que, en toda esa zona, se abandonasen trazados, se hiciesen nuevos conductos, se vendieran partes, se permitiese que una conducción se alimentase de las pérdidas de otra, se uniesen transitoriamente, etc. Por eso el follón que supone distinguir y deslindar qué corresponde a cada una las tres conducciones que transitan por esa zona entre los arroyos del Moro las Piedras: Aguas del Cabildo, a Santa Clara y a las Aguas de la Huerta de la Reina. 

Como muestra de ello un botón, que por desgracia no he podido comprobar in situ. En la misma tesis citada se hace referencia a un antiguo mapa que está en Emacsa de las Aguas de la Huerta de la Reina, donde se señala un gran complejo subterráneo o aljibe de las mismas, que no se localice, y que debería haber estado cerca del cauce del Moro. Pues bien, el restaurante Dinos, que está por esa zona, según el amigo Ángel, tiene en su sótano un gran aljibe, y el restaurante publicita en su web como que es de las Aguas del Cabildo.


Fotografías del autor
Bibliografía Tesis Doctoral Dra.Guadalupe Pizarro

22 comentarios :

Pepe González Arenas dijo...

Lujazo (no sé si asiático o de sátrapa): dícese de aquella persona que tiene el privilegio de desayunar mientras lee la última entrada de NOTAS CORDOBESAS. Reportajes de la actualidad cordobesa, con amplia documentación, con muy buenas referencias y trufados de "píldoras" para ir haciendo conciencia de clase.
Esta de la Huerta del Hierro y las aguas del Cabildo, ha sido todo un descubrimiento para mí.
Reiteradamente: gracias Paco.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Pepe. Tenemos muchas cosas y lugares que merecen la pena conocer, pero que desde luego van desapareciendo poco a poco.
Un abrazo.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenas tardes, amigos. Me voy a repetir. Paco, has hecho un magnífico trabajo. Me ha gustado mucho lo de la “vicha” porque en Córdoba no había serpientes, había vichas.
Os cuento: Un pueblo nómada salió del desierto donde sólo pasaban calamidades, y se fueron a buscar tierras mejores. En esta tarea, llegaron a un bosque lleno de animales y sobre todo agua, mucha agua. Aquello le pareció el paraíso. Pasado un tiempo se reunieron para exponer los asuntos que cada uno creía oportunos para el bien de la comunidad.
Uno propuso cortar árboles para hacerse unas buenas casas y dejar las chozas.
Otro propuso talar más árboles para que el ganado pudiese pastar.
Otro propuso seguir talando para tener más tierras de labor.
Todo se aprobó. Pasado un tiempo los animales se fueron del bosque, porque no tenían donde guarecerse ni hierva que comer. Como no llovía por falta de vegetación, se secaron los arroyos. Así que, los nietos de los que salieron del desierto se fueron, dejando atrás otro desierto.
Eso sí, con unas buenas casas. Ese será el futuro de la sierra. Un abrazo y feliz año

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenas tardes, amigos. Las prisas no son buenas. He puesto bicha con uve. ¡Tela! Así que, me meto en la cárcel de papel. Un abrazo

Manolo Trujillo dijo...

Otra zona que tengo que descubrir. Muchas gracias, Paco

La Colina dijo...

Permíteme Paco aportar algunos datos a tu escrito para aclarar las dudas que presentas.

Las fuentes que alimentaban estas aguas eran en 1.882, once. Las de la Plazuela San Miguel, de Capuchinos, de la Victoria, Tendillas, Aladreros, Pineda, Abades, Abrevadero de la Victoria, calle Gran Capitán, Calle del Cister y Santa Marina.

las aguas de Santa Clara tan solo por unos días se unieron a las del Cabildo, en un arreglo que se hizo en la cañería. Bueno no se llamaban ya Aguas del Cabildo sino de Partícipes.

Las aguas de la Mina, era más exactamente de la Sima, que se unían a las de Santa Clara. El termino de Santa Clara tampoco se puede utilizar en toda su extensión pues se mezclaron con otras aguas y fueron llamadas en el siglo XiX y XX de Torrecilla-Antas.

Las aguas de la Huerta de la Reina no se juntaron nunca con las del Cabildo. Existió un pleito que se llevó a los tribunales pues los partícipes de estos últimos exigían su derecho de paso pero la ley de entonces decía que si pasaban 20 años se hacer uso de su derecho lo perdían. El famoso pleito se dirimió en 1901 a favor de los dueños de las aguas de la Huerta de la Reina siendo su portavoz don Rafael Caello de Portugal.

Respecto a los nacimientos. Los manantiales eran cuatro, dos en cada huerta. Ambos el bajo y el alto. El que mencionas de la alberca de la huerta del Hiero es el alto de esta huerta.

Respecto de los beneficios, habría que matizar mucho. Depende de la época pues estamos hablando de 385 años de aguas. Respecto los 252 primeros años se podría decir que solo los 12 primeros años fueron muy rentables, digamos de 1.604 a 1.616. Respecto a la segunda tanda de 153 años, la venta de los derechos de consumo del agua a las fuentes del Ayuntamiento aportaban unas 211 pesetas a repartir entre todos los partícipes en 1.882. Algo es algo. Si hablamos de la última etapa primavera de 1.989 aún se repartieron algunos dineros tras la liquidación de la Sociedad.

Paco Muñoz dijo...

Patxi al final va a ser lo que dices, un poco de aquí y otro poco de allí y al final el desierto, ya no té de lo de la uve pero pensé que era un fallo mecanográfico en lugar de ortográfico porque están juntas en el teclado.
Un abrazo y muchas gracias.

Paco Muñoz dijo...

Ésta está a un paso y es un paseo cómodo, Manolo. Gracias y un abrazo.

Paco Muñoz dijo...

Querido y admirado amigo Pacho. Muchas gracias por la aportación con la que amplías detalladamente, la fuente donde he bebido (como estamos hablando de agua) mis datos.

En un lugar de la entrada específico: "que la respuesta a estas cuestiones corresponden a los expertos" y que el interés por las cosas me lleva a hacerme una idea "siempre somera de lo que contiene, porque uno (no me cansaré nunca de repetirlo), no es experto en casi nada y cada vez menos"

En realidad lo que comento son vivencias y doy pinceladas (no me atrevo a más) del tema del agua que está asociado al lugar. Podría haber hecho una entrada científica (bueno en realidad no hubiera podido hacerlo por mi desconocimiento) utilizando los datos y toda la interesante información que poseo, o haber ampliado ésta preguntándote a ti, en la seguridad que me la hubieras facilitado sin ningún problema. Pero reitero la intención es, hablar del lugar, de las vivencias, la denuncia al daño causado al entorno del mismo y lo que tiene asociado en este caso de la historia del agua de la ciudad, nunca pretender hacer una tesis.

Unas aclaraciones. Respecto a la incorporación de agua de otro sitio, y la pérdida de caudal, el texto consultado por mí dice literalmente:

"Más adelante, en un lugar llamado “las minas” se cruzaban con “las bovedillas que recogen el agua de las religiosas de Santa Clara, la que por ir más profunda tira del agua de la atajea, haziendola trasminarse”. El Plano Catastral de 1949 indica la existencia de una “conducción subterránea” que bien pudieran corresponderse con dichas “minas”, un punto donde las Aguas del Cabildo perdían parte de su caudal por filtración en favor de la conducción que circulaba a una cota más baja. Por otra parte J. Castaño ya apuntó que las Aguas del Cabildo se cruzaban con un canal de piedra a la altura de la c/ Platero Martínez, y no podemos descartar que éste fuera el cruce al que se refieren los documentos (Podría tratarse también de uno de los ramales de las Aguas de la Huerta de la Reina, pues según decíamos anteriormente, las Aguas de Santa Clara en este punto ya circulaban en el interior de atanores). Ahora bien, en ese punto las Aguas del Cabildo no eran ya aquella galería abovedada que vimos en la Huerta del Hierro, cuya longitud total desconocemos: de nuevo se convertían en un canal reducido cubierto con sillares de calcarenitas y no más de 60 cm de ancho (CASTAÑO, 1978: 122-123)"

Y en cuanto al beneficio y el uso público dice:

"No hay duda, pues, que la finalidad del proyecto hidráulico era abordar el abastecimiento de Córdoba de forma integral, ahora bien, con vistas a obtener un beneficio económico que suponemos sustancioso. El Cabildo nombró tres diputados para vender el caudal que se había llevado a la ciudad “personas que entiendan en la venta y administración de la dicha agua, especialmente para que en nuestro nombre y en el de dicho Cabildo pueda vender y venda a la dicha persona o personas particulares, Conventos, y Monasterios, y a las demás personas que les pareciere, y por bien tuviere…”. La mayor parte de la población sólo pudo disfrutar las aguas del Cabildo en la única fuente pública a la que suministraba, la de la Puerta Gallegos, que se hizo “por razón de rompimiento de caminos y muralla”, es decir, en compensación de los desperfectos que se habían causado durante la obra (Posteriormente la fuente se trasladó a la Plaza de S. Nicolás (LÓPEZ AMO, 1997: 56)"

Además aporta un detallado plano de la ciudad y señala en él que, las arcas eran: "dos en la Huerta del Hierro, una en la de la Reina, otra, en la Merced, Puerta Osario, Trascastillo y Puerta del Rincón." Y las fuentes cita las de: "Puerta de Gallegos, y las plazas de Aladreros, San Miguel, Tendillas, Cardenal Salazar, Dueñas, Capuchinas, San Roque, y Sta. Victoria." Más o menos las que tú dices en tu aclaración, teniendo en cuenta que en estos casos como se habla a lo largo de un gran periodo de tiempo, no se puede precisar cuales había o dejaba de haber en cada momento.

Paco Muñoz dijo...

Al final especifico que la bibliografía consultada, y lo entrecomillado está entresacado del capítulo 8.3.4.1 de la Tesis Doctoral Sobre el abastecimiento de agua a Córdoba, de la Dra. Guadalupe Pizarro, que dirigieron los Doctores, Desiderio Vaquerizo Gil y José Roldán Cañas.

Nuevamente muchas gracias por tu aportación que, a mí particularmente me sirve extraordinariamente y me enriquece mucho más.

La Colina dijo...

Gracias Paco.

Mi querido López Amo y lo digo así porque lo he tratado tanto que parece de mi familia aunque naciera en 1827, recopiló la documentación que encontró a mano y como pudo la ordenó. Si analizas en profundidad la publicación del Archivo Municipal de 1997 sobre esta recopilación de 1876 verás que López Amo carecía de conocimientos sobre esta materia e hizo lo que pudo porque así se lo mandaron ante la mala situación del abastecimiento de agua en la ciudad y las quejas de los partícipes y particulares al Ayuntamiento. Él se limitó a recopilar la documentación de Francisco Bonilla de 1720 careciendo esta persona de la documentación de las Actas Capitulares del Cabildo Eclesiástico del siglo anterior sobre las Aguas del Cabildo. O sea que lo que escribe en determinados puntos carece de exactitud porque no se molestó en documentarse. Hay que decir en verdad que él era solo un fontanero e hizo también lo que pudo siendo su familia de muy mala ralea (prefiero guardarme los trapos sucios de esta gente que casi no se merecen que los nombre).

Respecto al señor Castaño, es un auténtico quebradero de cabeza hasta que te das cuenta que carecía de capacidad espacial o sea que era nula, no tenía. Si estudias detalladamente su dibujo te darás cuenta que no tiene sentido. El agua nunca puede ir para arriba sino para abajo por eso de la gravedad que tanto se nota cuando cumplimos años. Por otro lado y lo que es peor, confunde Aguas de Fábrica Catedral con Aguas del Cabildo, error de base para cualquiera que estudie este tema en serio. Ante mis dudas sobre la exactitud de sus escritos consulté al Deán de la Catedral y me dio la razón. También tengo que decir en favor de este señor que el tema es tan complejo que yo después de tanto tiempo dando vueltas a determinadas conducciones, tengo que tirar la toalla pues excede mi capacidad de comprensión.
Respecto a la fuente de Puerta Gallegos, Felipe III dio la licencia en 1603 pero a cambio el Cabildo Eclesiástico tenía que dar una paja de agua. Pero de ahí a cuando López Amo escribe el informe en 1876 ya se alimentaban varias fuentes. Él debe saber perfectamente que su hermano como secretario del Ayuntamiento está pagando por el agua de las 11 fuentes a los Partícipes en esos años. En aquella época era un problema de primer orden la falta de abastecimiento y la restricción del horario de abastecimiento por los distritos de la ciudad. Él mismo para lavarse tendría en cuenta estos horarios variables y limitados hasta 1.898 respecto a estas aguas de estas huertas que también describes tú.

Respecto al fin último del beneficio económico en la traída de estas aguas, tengo mis dudas. Si miramos con lupa el momento de la primavera de 1603 cuando el Cabildo Eclesiástico se reúne en asamblea capitular, se acababa de pasar de la peste de 1.602 que tantos muertos dejó en la ciudad. En aquellos años de las 20 publicaciones médicas sobre higiene que se escribieron en España, 5 provenían de la provincia de Córdoba y en todas ellas si las lees se pone el acento en que el agua puede ser el medio más adecuado para evitar las enfermedades contagiosas. Por otro lado, la política de negocios de compra-venta de tierras e inmuebles, le había llevado al Cabildo por aquellos años a poseer un 49% de los inmuebles de la ciudad estando necesitados de agua habiendo sido el siglo XVI muy provechosos económicamente para el reino y la iglesia. Recuerdo que las Casas del Estatuto por decisión Capitular serían abastecidas con las aguas de los veneros por su carencia manifiesta. Su número podría rondar por encima delas 200 inmuebles. También las Casas del no Estatuto carecían de agua.

Respecto a las Arcas, inicialmente en la primavera verano de 1604 no se hicieron. Puede que en las reformas de 1.679 o de 1.704. Las dos que mencionas son de 1.752 tras la reforma tan importante que se hizo. Yo diría que las que tu fotografías la mayoría, las pequeñas son del siglo XIX ante la falta de agua y seca de los manantiales.

La Colina dijo...

Respecto a la mezcla de las aguas. Aquí hay un problema importante, la calidad de las mismas. El agua del Cabildo no tiene la misma calidad que las de Santa Clara y por tanto su valor en venta es muy diferente. Si tú pagas 400 ducados por una paja, no te gusta que la mezclen con otra de peor calidad que ya a su vez viene mezclada con otras aguas. Para que me entiendas si pagas por una copa de Ribera del Duero, no permitirías que te mezclaran el vino con uno de tetrabrik.

Con respecto al plano de 1.949, esas galerías perfectamente pueden ser del siglo XIX o del Duende. Las filtraciones y pérdidas se dieron de manera grosera a partir de 1.836 tras la desamortización de Mendizábal y era el año 1.876 cuando aún estaban ahí. Digamos que si se dieron esas filtraciones fueron por dejadez o por falta de recursos de la Hacienda Pública tras largos años de guerras en el siglo XIX y una Deuda Pública creciente.

Perdona Paco por enrollarme tanto pero no he encontrado la forma de escribirlo de forma más breve y son muchos puntos por aclarar. Y si reconozco que tu escrito es una delicia que describe una época pasada vivida por tu generación y que ahora está siendo machacada.

PATXI GUERRIKABEITIA dijo...

Buenos días, amigos. Lo digo en serio. Este trabajo es más una tesis doctoral que un artículo de un blog. Yo no llego a tanto, pero os voy a contar lo que sé de las aguas de mi barrio (La Huerta de la Reina) Las aguas subterráneas de este barrio, fueron declaradas no aptas para el consumo humano en la década de los 20 del siglo pasado. Esto fue a causa de los pozos negros que construyeron por falta de alcantarillado. El pozo de agua de la casa de mis abuelos fue sellado después de llenarlo de cal.
He conocido una alcubilla en una casa que había en la acera Tomas de San Martín (ahora, avenida Tenor Pedro la Virgen) esquina con la calle Polifemo (ahora, Joaquín Sama) Esta alcubilla, seguramente era la que tenía una lumbrera en la estación de Renfe, a la llamábamos la fuerte del muerto, porque la losa que lo tapaba parecía una lapida. Esta fuente del muerto, en la década de los 60 era muy frecuentada por los vecinos del barrio para coger agua, y de paso fiebres tifoideas. Los viejos del lugar decían que esta alcubilla era que en su día suministró a la fábrica del Águila.
Paco, me ha gustado mucho el plano aéreo donde señalas las lumbreras. Su recorrido en zigzag era el utilizado por los romanos para mantener el desnivel de un metro por kilometro. Si no es obra de ellos, los copiaron muy bien.
Para construir un túnel de estas características, hacían lo siguiente: Cavaban varios agujeros hasta la profundidad deseada e iniciaban la excavación de la galería por ambos lados para mayor rapidez. Estos agujeros se mantenían una vez finalizada la obra para asegurar la aireación cuando se realizaban las tareas de mantenimiento. Bueno, como siempre me he enrollado un montón. Un abrazo

La Colina dijo...

Esas eran las aguas del Alcazar.

Laurentino dijo...

Queridos Paco y La Colina, ¡menuda manera de comenzar el año!

Por terciar un poco en lo de la mezcla de aguas a la salida de la Huerta del Hierro, entre las Aguas del Cabildo y las de Santa Clara, estoy algo más con Paco. Mi hipótesis es que en esa conducción que citas de la tesis de Guadalupe y el plano catastral de 1949, es muy posible que se transminara agua desde la conducción de las Aguas de Cabildo (que estaba a mayor cota) hacia la de Santa Clara (ese fragmento de texto, por otra parte, proviene del mismo legajo del Archivo del Cabildo donde está el maravilloso grabado-mapa de las Aguas del Cabildo de tu entrada, que viene acompañado de una descripción).

Es más, creo que es la misma conducción subterránea que fotografié con mi amigo Ángel Martos y que estaba (hablo de 2004), cruzando una calle, sólo unos pocos metros más al sur de la última alcubilla del Cabildo, la que desagua actualmente al arroyo de las Piedras. Voy a ver si te la puedo pasar la foto por correo, Paco (y el plano de catastro de 1949) porque creo recordar que Ángel me dijo que aquello ya está destrozado por chalets.

Dicho esto, con toda humildad, opino que en la descripción de las agua de Santa Clara (y también en las de la Huerta de la Reina), la tesis “peca” de mostrar una imagen más o menos fija, basada sólo en lo que había en el XIX citado por López Amo, cuando las conducciones eran ya sólo pequeñas atarjeas o uniones de atanores. Aquello es mucho más complejo, y aquí, sin ninguna duda, la Colina es la máxima autoridad (completamente de acuerdo, por otra parte, en su comentario sobre el estudio de Castaño). Posiblemente Santa Clara tenga origen romano, lo que puede explicar que su conducción originaria fuera embovedada y a menor cota. Evidentemente, la conducción que había en el XIX era ya otra cosa, y dio origen, como bien apunta, La Colina al complejo Torrecilla (Antas) –Santa Clara – La Sima, base del primitivo servicio municipal de aguas.

El abandono, la desidia y esas cosas tan típicas por aquí, podrían haber motivado que, en toda esa zona, se abandonasen trazados, se hiciesen nuevos conductos, se vendieran partes, se permitiese que una conducción se alimentase de las pérdidas de otra, se uniesen transitoriamente, etc. Por eso el follón que supone distinguir y deslindar qué corresponde a cada una las tres conducciones que transitan por esa zona entre los arroyos del Moro las Piedras: Aguas del Cabildo, a Santa Clara y a las Aguas de la Huerta de la Reina.

Como muestra de ello un botón, que por desgracia no he podido comprobar in situ. En la misma tesis citada se hace referencia a un antiguo mapa que está en Emacsa de las Aguas de la Huerta de la Reina, donde se señala un gran complejo subterráneo o aljibe de las mismas, que no se localice, y que debería haber estado cerca del cauce del Moro. Pues bien, el restaurante Dinos, que está por esa zona, según el amigo Ángel, tiene en su sótano un gran aljibe, y el restaurante publicita en su web como que es de las Aguas del Cabildo.

Paco Muñoz dijo...

Demasiada información de categoría para un pobre cerebro como considero el mío. Sí que es un buen comienzo del año Manolo, una entrada sin pena ni gloria que se convierte en un compendio detallado de las aguas de la ciudad. Incluidas las píldoras de Patxi, de primera mano, que seguro le sacáis la punta los expertos. Pancho no se a que te refieres de las cotas del dibujo de la conducción, porque desde la Huerta de Santa María hasta la de Hierro todo el camino -lo hice el otro día- es descendente. A la altura de C. Portocarrero, junto a las Canteras, hay dos grandes losas de hormigón que no supe catalogar, pero son contemporáneas y posiblemente sean algún colector. Manolo bienvenido será el plano del 49 que citas, ya que es uno que sale a relucir en muchos textos. Pancho como habitual de archivos clave, está perfectamente documentado. Muchas gracias a los tres, Pancho, Patxi y Manuel.

José Manuel Fuerte dijo...

Una pasada de entrada. Me quedo flipado. Veo que sigues en tus trece en hacernos conocer tantas cosas. Volver a la red después de mi voluntaria ausencia no ha podido ser mejor. Parecía que no había posibilidad de mejora porque habías llegado al tope, pero veo que sí, que la hay.

Gracias por compartir, amigo.

Paco Muñoz dijo...

Pero habrás comprobado los comentarios de los expertos que son infinitamente mejores que la provocación. Dan empaqué a la entrada. Un abrazo José Manuel.

Soledad dijo...

Me estaba encantando leer toda la entrada.... hasta que llegué a la parte de la serpiente. No me entra en la cabeza como a una persona a la que le gusta la naturaleza, mate a un pobre animal, aterrorizado, sin ninguna razón de ser. Por favor, traten de evitar este tipo de comportamiento. Es más, una persona como usted, debería ser ejemplo de civismo. No seamos más bestias que las del campo.

Paco Muñoz dijo...

Soledad, en primer lugar muchas gracias. No sé si leerá esta contestación por la razón de que al no haber puesto un correo electrónico la máquina no se lo enviara a usted. No obstante si lo hace le diré en principio dos cosas: 1ª está pidiéndole civismo a un niño de doce años (que lo tenía y tiene, y siempre lo procura), que es la edad que tenía yo en ese tiempo, más o menos. 2ª parece que culpa de la muerte del animal a ese mismo niño, cuando en realidad el texto dice que no: "Una vez cumplido el ritual de "valentía", el "experto" que siempre existe, el "Paco de la jungla" de aquel tiempo, hizo la gracia completa y sacudió al animal como si fuera un látigo y lo dejo listo, totalmente inmóvil, para rematar la faena de "serpienticidio" con unas piedras." aclaro en este párrafo que no fui yo y que además no comparto ese tipo de crueldades. Mire no soy partidario de la pena de muerte, de nunca, no me gustan los toros, y trato de ser consecuente, y mis hijos están educados en ese respeto.
Un saludo

Soledad dijo...

Pues me alegro entonces. Se ve que no había leído el texto bien. Entendí que era un hecho reciente. Perdone si le he molestado. Es que, no sólo están todas las especies de reptiles protegidas por ley, sino que sobre todo me horroriza la crueldad con los animales. Comparto su amor por Córdoba y por la naturaleza y las veces que buscando alguna información he dado con su blog, me ha gustado mucho. Un saludo.

Paco Muñoz dijo...

Muchas gracias Soledad, me alegro haya entendido todo, muchas veces leemos rápido, yo soy de esos.
Y en absoluto no me he molestado, si por el contrario conmigo mismo por pensar que no he expresado bien el sentido de las cosas. Un cordial saludo.